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Columna de Ignacio Mehech: Transición energética justa


October 4, 2022


La crisis climática pasó en poco tiempo de ser una amenaza a una realidad que nos está afectando a diario en nuestras vidas.

Los incendios forestales en Europa, así como la ola de calor que afectó a ese continente y que en julio costó más de 2.200 vidas solo en España, son muestras concretas y dolorosas de que el planeta necesita acciones inmediatas para detener estos efectos.

Según el informe IPCC, las emisiones continuas de gases de efecto invernadero (GEI) podrían quebrar un límite clave de la temperatura global en poco más de una década.

Y fundamenta sus conclusiones con datos más que preocupantes: la temperatura media mundial fue 1,09 °C más alta entre 2011-2020 que entre 1850-1900; los últimos cinco años fueron los más calurosos registrados desde 1850; la tasa reciente de aumento del nivel del mar casi se ha triplicado en comparación con 1901-1971; entre otras.

PRODUCCIÓN DE LITIO


En Chile el sector transporte es responsable de más del 22% del total de emisiones de GEI. Es por ello que la transición energética desde combustibles fósiles hacia fuentes renovables es una acción urgente. La electromovilidad es clave para ello y el litio, un mineral fundamental. Chile tiene condiciones únicas para proveer al mundo de litio de manera sostenible, con diálogo con las comunidades y generando valor social. La transición energética debe ser justa y ética, que genere beneficios tanto a los territorios en los que se produce, como a quienes utilizan tecnologías limpias o vehículos eléctricos.

Un vehículo particular de tamaño medio que recorre 15 mil kilómetros al año y puede emitir entre 2 y 3 toneladas de CO2 en ese período, lo cual equivale al menos a la mitad del CO2 anual per cápita de los chilenos. En el caso del transporte público, un bus eléctrico puede evitar la emisión de cerca de 54 toneladas anuales de CO2. La producción de litio en el Salar de Atacama se hace a partir de salmuera, 10 veces más salada que el agua de mar y que se extrae bajo la dura corteza salina del salar. No se utiliza agua fresca en el proceso y existe un monitoreo constante para proteger el equilibrio de la cuenca del Salar de Atacama. Ese litio concentrado, usando solamente energía solar, es trasladado a una planta de conversión química en Antofagasta, donde se transforma en un producto con alto valor agregado, carbonato de litio grado batería, que es utilizado en una gran variedad de productos, especialmente en las baterías de vehículos eléctricos. Chile tiene un rol importante en la lucha contra el cambio climático y debemos seguir trabajando de manera colaborativa para potenciar este aporte con innovación, eficiencia y sostenibilidad.

*Publicada en El Mercurio - Chile Tecnológico, 08/09/2022



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