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LOS PASOS DE ALBEMARLE EN CHILE


July 23, 2018


La firma estadounidense espera invertir más de US$1.000 millones en una primera oleada de inversiones hacia el 2021. Y parte importante de esos recursos se utilizarán en Chile, donde tienen proyectos relevantes. Sin embargo, la construcción de una planta para la producción de hidróxido de litio grado batería aún no tiene definiciones claras.

Si bien la presencia de Albemarle en Chile es reciente, las operaciones de litio que hoy controla en el país son de larga data. Todo se inicia en 1981, cuando Corfo se asocia con la estadounidense Foote Mineral Company para formar la Sociedad Chilena de Litio (SCL) y así desarrollar la tecnología de producción de carbonato de litio a partir de salmuera en la Región de Antofagasta. En 2012, SCL, entonces 100% privada, pasa a llamarse Rockwood Lithium, hasta que tres años más tarde, este holding financiero es adquirido por Albemarle Corporation, lo que marca la llegada formal de este conglomerado a Chile.

Y sólo un año más tarde, en diciembre de 2016, la firma ya había logrado aumentar su cuota de producción en el regulado mercado del litio de Chile. Gracias a un acuerdo con Corfo, Albemarle -que hasta mayo de 2017 todavía era conocida como Rockwood Lithium- consiguió elevar su cuota en el Salar de Atacama hasta 82.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE por sus siglas en inglés) por los próximos 27 años. Todo, a cambio de que la compañía invirtiera entre US$ 400 millones y US$ 600 millones.

A comienzos de este año, Corfo autorizó un nuevo aumento de la cuota de producción de litio de salmuera a Albemarle, la principal compañía competidora de la chilena SQM. Así, la firma estadounidense podría llegar a producir hasta 144.000 toneladas anuales de LCE en los próximos años. 'En relación a este último punto, desarrollamos una tecnología innovadora, que implica una forma más sustentable de aumentar la producción de litio en el Salar de Atacama, usando la misma cantidad de salmuera autorizada', dice Ney Fauré, gerente de Desarrollo Estratégico de Albemarle en Chile.

En el contrato de la estadounidense con Corfo también se establece que el 25% de la producción sea vendida a un precio preferente a empresas que se instalen en Chile para generar productos asociados al litio como, por ejemplo, partes de una batería de litio. Pero las firmas que se adjudicaron esta tarea de industrializar el mineral blanco -Samsung-Posco, Molymet y Fulin- en el marco de la 'convocatoria de valor agregado de litio', ejecutada por Corfo e InvestChile, aún no tienen claridad de los acuerdos y hay más de US$ 700 millones de inversión detenidos. Pues ni siquiera existe un precio fijado para vender el litio a estas empresas, ni qué producto va a ser el que van a comercializar.

Otro de los aspectos que causa incertidumbre del contrato entre la estatal Corfo y Albemarle es que abre la opción para que la empresa construya una planta para la producción de hidróxido de litio grado batería (con una capacidad de 5.000 ton/año), lo que está sujeto al desarrollo de una tecnología costo-eficiente para su producción directa desde salmuera. El tema pasa porque esa tecnología aún no es desarrollada por Albemarle en Chile, y tampoco hay un plazo estimado para ello.

LAS VENTAJAS DEL LITIO EN CHILE

¿Pero por qué Albemarle decidió invertir en Chile? La razón es simple, argumenta la propia compañía. El país tiene más del 48% de las reservas mundiales de litio, pero además, sostienen, el mineral se encuentra en estado de salmuera, por lo que su proceso de obtención es a través de la evaporación solar, lo que lo convierte en un proceso competitivo en costos y 'sustentable', aseguran.

'Llevamos cerca de 40 años produciendo litio en Chile por lo que tenemos alto conocimiento de la industria y del producto, y ello nos permite dar saltos importantes en términos de innovación y desarrollo', plantea el ejecutivo de Albemarle.

Ahora bien, respecto a que el Estado sea el dueño del Salar de Atacama y no permita la explotación libre de privados, en la firma comentan que son 'respetuosos de la administración que cada país hace de sus recursos, por lo que quieren seguir siendo socios estratégicos del Estado'.

La apuesta de la firma apunta a desarrollar un ecosistema productivo en torno al litio. En ese contexto, esperan invertir más de US$1.000 millones en una primera oleada de inversiones hacia el 2021, proyectando más inversiones para más adelante.

Una cantidad significativa de esos montos, agregan en Albemarle, se utilizarán en Chile. Inversión que apunta a aumentar su producción de carbonato de litio equivalente (LCE) mediante expansiones y mejoras de proceso, con lo que prevén consolidar a la planta industrial La Negra, ubicada en la Región de Antofagasta, como la más grande del mundo.

Pero no sólo Chile está en la mira de Albemarle. También están buscando oportunidades de expansión en Australia y Argentina. 'Somos una de las compañías más importantes en el mercado mundial del litio, por lo que si queremos mantener nuestra posición, debemos ser capaces de responder a la creciente demanda', reconoce el gerente de Desarrollo Estratégico de Albemarle en Chile.

LA CARRERA POR LA ELECTROMOVILIDAD

Desde la empresa también creen que el mercado del litio se proyecta favorable gracias al impulso de la electro-movilidad. En su opinión, el mercado de almacenamiento de energía, y en especial el de los vehículos eléctricos, es el gran motor de crecimiento de la industria del litio, ya que las baterías de este material son el mecanismo más eficiente para su desarrollo.

De hecho, impulsaron una campaña digital que busca dar a conocer, de manera didáctica, qué es el litio y su aporte a la electromovilidad, información contenida en el sitio mueveteconlitio.cl.

En cifras, la batería de un auto eléctrico puede llegar a contener 80 kilos de litio, y un bus eléctrico, más de 250 kilos.

'Si hace unos años era sólo la industria electrónica la que demandaba nuestros derivados del litio, las proyecciones a 2020 instalan a la industria automotriz eléctrica como la que hará crecer la demanda', asegura Ney Fauré.

El litio es también el material base para el almacenamiento de energía de los dispositivos de comunicación móvil, como teléfonos inteligentes y tablets. Además, otras áreas están replicando su éxito en uso de las baterías de litio, como la industria energética renovable.

'Desde hace años anticipamos una alta demanda de litio producto del auge de la electromovilidad, por lo que nos hemos preparado para abastecer la demanda actual y futura de este material y principalmente potenciar al país y a la Región de Antofagasta como líderes de esta revolución tecnológica', añade el ejecutivo de la compañía.


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