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WSJ: Un antiguo fabricante de papel es ahora el rey del litio


June 7, 2023


The Wall Street Journal.- Hace casi una década, los ejecutivos de la compañía química Albemarle pagaron US$ 6 mil millones por la compra de un nuevo productor de litio de Nueva Jersey, al apostar que la demanda del metal blanco plateado que se utiliza en baterías estaba a punto de despegar.

Resulta que tenían razón. Albermarle es ahora el productor de litio más valioso del mundo, con una capitalización bursátil de casi US$ 23 mil millones. Es también el tercer mayor productor de productos químicos de litio que se utilizan para fabricar baterías de ion litio, después de SQM de Chile y Ganfeng Lithium de China.

Todo eso convierte a la compañía con sede en Charlotte, Carolina del Norte, la que partió en 1887 como una papelera, en un factor clave en una difícil cadena de suministro global para metales de baterías que se emplean en automóviles eléctricos, teléfonos inteligentes y otras aplicaciones en un momento en que los gobiernos están presionando para electrificar sus economías.

“La cantidad de empresas que pueden producir litio a costos competitivos es pequeña, y Albermarle es una de ellas”, dice James Dow, gerente de inversiones de la firma escocesa Baillie Gifford. El ejecutivo empezó a comprar acciones de Albemarle en 2017, y varios fondos de Baillie Gifford ahora poseen una participación conjunta del 2%. “Creemos que esta es una historia de 20 años”, agrega Dow.

El mercado mundial de litio alcanzó alrededor de US$ 48 mil millones en ventas el año pasado, según Benchmark Mineral Intelligence, frente a los US$ 1.600 millones en 2015, en el momento del gran acuerdo de litio de Albemarle. En mayo, Ford Motor firmó un contrato a largo plazo con Albemarle para comprar el litio suficiente como para fabricar cerca de 3 millones de baterías de vehículos eléctricos.

Para ir al mismo paso de la demanda, Albemarle se ha embarcado en nuevas adquisiciones y en la creación de capacidad.
En marzo, la empresa propuso la adquisición por US$ 3.700 millones de Liontown Resources, una minera de litio australiana que está desarrollando uno de los mayores yacimientos del metal de roca dura de más alto grado del mundo. Liontown rechazó la propuesta por considerarla demasiado baja.

Fue la tercera oferta de Albermarle desde mediados de octubre, y los banqueros no esperan que se aleje rápidamente. La compañía ha acumulado una pequeña participación en Liontown “para destacar un compromiso con la transacción”, observó la compañía.

Y esto se produce en medio de otros acuerdos en la industria. Livent, con sede en Filadelfia, hace poco aceptó fusionarse con Allkem de Australia, una operación que crearía un actor del litio de cerca de US$ 11 mil millones. Exxon Mobil compró recientemente los derechos de una parte de prometedoras áreas de litio en Arkansas.

Albemarle también sigue adelante con el crecimiento orgánico. El litio se puede extraer de la tierra al igual que otros metales o de depósitos de agua salada. La empresa lo obtiene de ambas formas, en operaciones en Nevada, Chile y Australia.
Refina el material extraído en compuestos que incluyen carbonato de litio e hidróxido de litio, los que luego se utilizan en la producción de baterías. El enfoque integrado de Albemarle la ha puesto en el centro de los esfuerzos occidentales para diversificar las líneas de suministro.

China ha surgido como un líder mundial en la producción de vehículos eléctricos y está gastando miles de millones para incrementar su acceso a la producción de minas de litio a nivel mundial. Mientras tanto, domina el negocio de la refinación del metal que se extrae en otras partes del mundo.

Occidente está tratando de ponerse al día. En octubre, el Departamento de Energía le otorgó a Albemarle una subvención de casi US$ 150 millones para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos. En marzo, la compañía informó que construiría una instalación de procesamiento de litio de más de US$ 1.300 millones en Carolina del Sur.

Igualmente ha sido un actor principal en el rápido desarrollo reciente de la industria del litio en el oeste de Australia, que en estos momentos es la mayor fuente de producción de este metal del mundo. En mayo, Albermarle afirmó que planea duplicar la capacidad de una planta en el oeste de Australia que hace hidróxido de litio.

El litio, el más liviano de todos los metales, fue descubierto en 1817. Durante décadas, su uso más conocido era el tratamiento de episodios maníacos del desorden bipolar. No obstante, su masa baja y su alto potencial de almacenamiento de energía, también hicieron que fuera ideal como componente de baterías.

Exxon contribuyó como pionero de las baterías de ion litio en la década de 1970, antes de abandonar el negocio en medio de una débil demanda. Con el tiempo las baterías se popularizaron, y terminaron en videocámaras portátiles a principios de la década de 1990. Activaron un vehículo eléctrico por primera vez, el Tesla Roadster, en 2008.

Además de las baterías para vehículos eléctricos, el litio se utiliza en otras tecnologías de energía limpia, como las baterías a escala industrial, que pueden almacenar energía de paneles solares y granjas eólicas, y más pequeñas para uso residencial.
A pesar de los recientes vientos a favor, Albemarle enfrenta su cuota de desafíos. Sus acciones han bajado luego de alcanzar un máximo en noviembre, a medida que los precios del litio se han enfriado y los inversionistas han cuestionado la sostenibilidad de los planes de crecimiento de la compañía.

El jefe ejecutivo Kent Masters, quien asumió en 2020, ha señalado que las perspectivas de la empresa son claras. “Tenemos una tremenda oportunidad de crecimiento por delante”, manifestó a los inversionistas en enero. La compañía indicó que duplicó con creces las ventas netas el año pasado en relación al año anterior; hasta US$ 7.300 millones aproximadamente. Ha proyectado ventas netas de cerca de US$ 18 mil millones para 2027. El año pasado, las ganancias aumentaron casi cuatro veces respecto del año anterior, hasta US$ 3.500 millones. Y ha dicho que espera que eso se duplique para 2027.

La geopolítica y los problemas laborales han coincidido con el fuerte aumento de la demanda. Albemarle opera en el desierto de Atacama en Chile, donde el Presidente Gabriel Boric anunció en abril planes para crear una compañía de litio estatal. Señaló que el Estado tendría una participación mayoritaria en las sociedades con empresas privadas para desarrollar el mencionado metal.
Las acciones de Albemarle cayeron un 10% luego del anuncio, aunque se han recuperado desde entonces. La compañía, cuyo acuerdo dura hasta 2043, comunicó que no espera que haya un impacto material y el Gobierno chileno “dejó en claro” que va a respetar los contratos mineros existentes.

En Australia, Albemarle ha tenido una relación tensa con los dirigentes sindicales, quienes han planteado su preocupación por la seguridad en el lugar de trabajo y puestos vacantes para los habitantes locales. La empresa asegura que está trabajando para mejorar el manejo del polvo en su planta de procesamiento en el oeste de Australia y que da prioridad al empleo local.

La compañía partió fabricando papel secante y papel para envoltura comercial. En 1962, compró una empresa de productos químicos mucho más grande. Luego vinieron las desinversiones en el papel y Ethyl, como se conocía a la compañía, escindió su negocio de productos químicos para convertirse en una empresa que cotiza en bolsa llamada Albemarle. En las décadas de 2000 y de 2010, agregó más negocios de productos químicos y liquidó los otros.

Su predominio en el litio se produjo después de su compra por US$ 6.200 millones de Rockwood, la que tenía lo que siguen siendo los activos de litio clave de la compañía en Australia y Chile. Igualmente maneja la única mina de litio operativa de EE.UU., en Silver Peak, Nevada.

Luke Kissam, quien dirigió la compañía por casi una década y organizó el acuerdo con Rockwood, afirmó que la demanda superó sus pronósticos en ese momento. “Al mirar atrás, subestimamos el crecimiento”, dijo Kissam. Otros, agregó, subestimaron la capacidad de Albemarle para aprovechar esa demanda. “No creyeron en nuestros pronósticos. Los superamos por mucho en términos de ingresos y rentabilidad”. (Traducido del inglés por “El Mercurio”).





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